Noviembre 28, 2024
HISTORIA GRUPO ASOCIATIVO SAN ISIDRO
HISTORIA
HISTORIA GRUPO ASOCIATIVO SAN ISIDRO

Historia del Grupo Asociativo San Isidro
El Grupo Asociativo San Isidro nació a finales de la década de 1970, cuando la región comenzaba a dar los primeros pasos hacia su desarrollo. En ese tiempo, la apertura de la vía carreteable que conectaba Acevedo con Pitalito y la presencia del Comité Departamental de Cafeteros, con su programa de Extensión dirigido por Luís Humberto Ortega, marcaron un hito en la comunidad. Gracias a estos esfuerzos, se promovió la tecnificación del cultivo del café y se comenzaron a formar los primeros Grupos de Amistad, donde los habitantes de San Isidro se capacitaron en la siembra del café. De la mano de este impulso, también se iniciaron procesos de capacitación en cooperativismo, lo que encendió la chispa de la asociatividad en la comunidad.Más allá de aprender sobre café, la gente se unió con la esperanza de alcanzar un futuro mejor para todos. Con el tiempo, varios jóvenes fueron enviados a formarse en el SENA y en la Fundación Manuel Mejía, con la convicción de que el conocimiento sería clave para el progreso de la región.
El Nacimiento de la Organización El camino no fue fácil, pero con gran determinación y visión de futuro, un grupo de ocho personas —José Ramón Collazos Collazos, Ramiro Suárez Ramos, Leonte Collazos Rojas, Gerardo Collazos Collazos, Ana Elisa Collazos Collazos, Jesús Antonio Apache, Adán Babativa y Pedro Suárez Almario— decidieron unirse con un capital inicial de 16.000 pesos para abrir una tienda comunal. En noviembre de 1978, en una modesta casa alquilada, nació lo que hoy conocemos como el Grupo Asociativo San Isidro. Fue el comienzo de una historia de esfuerzo y esperanza. Evolución y Crecimiento Con el paso de los años, el crecimiento socioeconómico de la región trajo consigo nuevas necesidades.
La comunidad, ahora más organizada, comenzó a demandar mejores servicios, lo que motivó la incorporación de nuevos asociados. Estas personas no solo aportaron recursos económicos, sino también ideas y proyectos que transformaron la región: la electrificación, el agua potable, mejores carreteras y, por supuesto, la creación de una institución educativa. Con el aumento del capital y los nuevos proyectos, se logró la construcción de una sede propia, en un terreno donado por uno de los socios. El sueño de tener un supermercado que abasteciera a toda la región empezó a materializarse, y con ello, la posibilidad de mejorar la calidad de vida de muchas familias. Obtención de Personería Jurídica En 1985, el grupo dio un paso fundamental al obtener la Personería Jurídica, gracias a la colaboración de muchas personas que creyeron en el proyecto.
El proceso fue respaldado por importantes figuras como el Dr. Fabio Sánchez del Comité de Cafeteros, la Dra. Victoria Eugenia Cantillo de CADESOC, la psicóloga Rocío Lugo Pinto y el extensionista Diego Vargas. La Resolución No. 466 otorgó la vida legal a la organización, consolidando su existencia y abriendo nuevas oportunidades para su crecimiento.
Orígenes de San Isidro
San Isidro es una tierra de esfuerzo y esperanza. Fue colonizada a principios del siglo XX por familias del Valle de Laboyos, que aprovechaban la ruta comercial hacia el Caquetá. Más tarde, en los años 50, llegaron otras familias, en su mayoría provenientes de Cundinamarca y Tolima, buscando refugio de la violencia. Los primeros habitantes, como los Collazos, Verú, Rivera, Buitrago y Ávila, fundaron la escuela del pueblo con la ayuda del sacerdote Agapito Cabrera, y nombraron a la vereda en honor a San Isidro, el Santo patrono de los agricultores.
Retos y Perspectivas Futuras Hoy
El Grupo Asociativo San Isidro es una organización madura y llena de vida. A pesar de los desafíos que la región ha enfrentado a lo largo de los años, la organización sigue adelante, con la firme convicción de que el trabajo en equipo y la unidad son claves para seguir creciendo. La investigación y la búsqueda constante de nuevos mercados nacionales e internacionales son parte de su estrategia para posicionar el café de San Isidro en los lugares más exigentes. Este café, cultivado con amor y dedicación, sigue siendo la carta de presentación de un pueblo trabajador que no se rinde.